Diamantes belleza eterna
Detrás de cada anillo de compromiso hay historia, tradición y decisiones importantes que un buen planner debe conocer. En este artículo descubrirás el origen del anillo, el valor simbólico del diamante y las claves para asesorar a tus clientes al elegir la pieza perfecta. Un contenido esencial para planners que desean ofrecer un acompañamiento completo y profesional desde el primer “sí”.
Claudia Meroño. Wedding & Event Planner. Profesora Universitaria
4/4/20257 min read


Belleza Eterna
La mayoría de las parejas inician su compromiso y la planeación de su boda cuando el novio le da a la novia el tan esperado “anillo de compromiso. Conocer la historia de esta tradición, así como las características de los anillos te permitirá asesorar correctamente a tus clientes.
Esta tradición inició en Egipto con la entrega de un “aro” de oro, que la mujer conservaba hasta el matrimonio. Era la forma de anunciar a la comunidad y a los viajeros que una mujer estaba ya comprometida con alguien. Dicha costumbre se contagió a Europa y continuó así hasta la era del rey de Francia Carlos VII (siglo XV) quien le dio un anillo con un diamante a Agnes Sorel haciéndose entonces la piedra más famosa en las cortes europeas.
También en el siglo XV, Maximiliano de Austria le entregó a María de Borgoña un anillo de oro amarillo con un diamante y una inscripción con la letra M en pequeños diamantes que significaba la unión eterna de Maximiliano y Maria que hacía además referencia a la Virgen Maria. La tradición llegó a América gracias a los colonizadores europeos (Inglaterra, Francia y España).
Una de las razones por la que continuo esta tradición y se volvió importante es que en aquella época los hombres salían largas temporadas a las guerras entre comunidades o países por los territorios. Y este anillo permitía dejar protegida económicamente a la novia o ya esposa en caso de fallecimiento o si tardaban mucho tiempo en regresar. La mujer podría vender la pieza y tener recursos para mantenerse un tiempo en lo que volvían o podía contraer un nuevo matrimonio.
Es de ahí que viene la idea de que un anillo de compromiso debe costar el equivalente a 3 meses de sueldo del hombre para que ante cualquier eventualidad pueda venderlo y tener tiempo para buscar trabajo, otra forma de mantenerse etc. Hoy esa costumbre de 3 meses ya no se sigue pero si se busca que sea una pieza de valor que ante una crisis económica durante el matrimonio pueda ayudarlos. Los diamantes no pierden su valor con el tiempo o por ser anillos usados.
¿ Por qué un diamante?
Los diamantes son la piedra preciosa más pura que se encuentra en la naturaleza, siendo también la sustancia más dura, el acero no puede cortarlo y el único material que se puede utilizar para cortar un diamante es otro diamante. Es por lo anterior que hoy en día los diamantes son el símbolo más común para la unión eterna de una pareja.
¿Cómo elegir un diamante?
Para comprar un diamante, no importa solo el tamaño, sino el conjunto de cuatro características conocidas como las 4C’s (por sus siglas en inglés) y son éstas las que determinan el valor económico: Corte, Color, Claridad y Quilate o peso. Para evaluar o certificar un diamante se utiliza la escala GIA del Instituto Gemeologico Norteamericano por sus siglas en ingles .
CORTE: El corte y sus proporciones determinan su calidad de brillo. Como cada faceta del diamante funciona como espejo reflector, mientras mas facetas tenga la piedra mayor será su brillo y belleza. Un diamante de corte moderno consta de 85 facetas. El corte no debe confundirse con la forma, aunque están relacionadas ya que algunas formas favorecen el reflejo de luz como lo son los de forma redonda.
Puede cortarse de varias formas, siendo la mas fina y común el corte redondo o de brillante. Existe también el corte en forma de corazón, cuadrado, en baguette y corte Oval. Algunos otros menos comunes y que pueden afectar en el precio son los de corte en forma triangular.
CLARIDAD: Es el reflejo de la pureza de la piedra. A las imperfecciones internas de la piedra, tales como rajaduras pequeñas y manchas blancas u oscuras, se le llaman inclusiones. Las imperfecciones externas se llaman defectos. Entre menos defectos e inclusiones tenga un diamante mas claro, mas brillante y mas raro será un diamante. Mientras menos tenga mayor será su valor económico.
De acuerdo al corte se notarán mas o menos estas imperfecciones. Es mejor un diamante con buen corte que refleje la luz con algunas imperfecciones que un diamante puro con mal corte. Muchos joyeros insisten en que el corte no ha de sacrificarse nunca. La clasificación de claridad de los diamantes es de F1 a PIII .
F1 significa sin fallas o manchas y son los de mayor valor económico porque son difícil de encontrar.
La clasificación sigue así: F1, IF, VVS1, VS1 , VVS2, VS1, VS2, P1, P2, P3 . Las letras VVS significan Very very small es decir muy muy pequeñas manchas casi indetectables , VS very small que quiere decir muy pequeñas indetectables a simple vista pero si se ven con un lente. Los que llevan la letra P son muy baratos y significa que tienen pequeñas manchas que son visibles a simple vista.
COLOR: La mayoría de los brillantes son blancos o sin color, aunque algunos tienen tonalidades en amarillo o café. Para ver el color hay que ver el fondo del diamante a contra luz sobre un fondo blanco. La clasificación de color es la letra D a la Z. Los de mayor calidad están entre D y la I. Un diamante Z no es de calidad y es casi en su totalidad amarillo. Comercialmente los mas comunes son g, h e i.
QUILATAJE O PESO: Es el tamaño del brillante. Los mas comunes van de .20 a 1 quilate. A mayor tamaño, mayor el precio. Un quilate equivale a 200mg y equivale a 100 puntos, por lo que pueden encontrar el peso en quilates o en puntos. Si se pregunta a un joyero que tan grande es una piedra y el habla de una amplitud de dos quilates, hay que tener cuidado ya que se trata de diamantes que se cortan de manera ancha para que parezcan mas grandes. La manera correcta de preguntar es cuál es el peso de un diamante.
Tomando en cuenta las 4 características, es conveniente comprar un anillo que se adecúe a su presupuesto pero buscando su mayor valor, es decir, es mejor comprar una piedra mas pequeña pero de clasificación de claridad VSS1 y de color F que uno de mayor quilate pero de color P. Pero no podemos olvidar lo que quiera o el estilo de la persona que lo usará. Tal vez prefiera un anillo mas llamativo y entonces habrá que pensar en mayor tamaño y sacrificar un poco de color o pureza.
Si buscan una pieza original pueden optar por un anillo con otra piedra como el rubí, la esmeralda o el zafiro, que actualmente esta muy bien valorado gracias al anillo de compromiso de Catalina Duquesa de Cambridge, diseñado para la fallecida Princesa Diana de Gales, fue esta pieza la que puso en la mira nuevamente a los zafiros y tienen un valor similar a los diamantes.
Aunque la claridad es un factor importante cuando se compra una gema, su pureza o ausencia de imperfecciones es una característica mas rara de encontrar que en los diamantes. Es aun mas importante considerar el color. Entre mas se asemeje el color de la piedra a un color puro del espectro luminoso mayor será su valor. Es decir, una piedra roja entre mas puro sea el rojo, tanto mejor.
Para evaluar correctamente el color de la piedra, ésta se debe mirar ante diferentes tipos de luz. Aunque la certificación de gemas no es tan común como la de los diamantes, un joyero debe poder verificar el grado de color de la piedra y si es natural o sintetica.
Es importante elegir la mejor montura para la piedra. El montaje del anillo es el equivalente al marco preciso que hace destacar una obra de arte de la mejor manera posible. Para el brillante mientras mas lisa sea mejor lucirá el diamante. Un diamante de buena claridad debe ser montado siempre sobre oro blanco o platino, ya que el reflejo del oro amarillo puede hacer que se vea sucio o de baja calidad.
Algunos montajes comunes son:
- Voluta tallada: montaje de estilo victoriano con espiral o caracol. Rodea la piedra.
- Bezel: Es el montaje sin dientes o cuñas, la piedra se funde con el metal.
- Canal: es el utilizado para montar varias piedras de igual tamaño como en las churumbelas.
- Dientes: cuando la piedra es sostenida por 4 o 6 cuñas o dientes. Cuando se trata de 6, es mejor conocido como Tifany.
- Solitario: una sola piedra montada con 4 cuñas sin adornos y tratando de que las cuñas no luzcan, solo la piedra.
Al escoger un diamante o gema, es recomendable pensar en que sea un anillo “sin edad” esto quiere decir que se vería igual de bien en una mujer joven que en una persona de la tercera edad. Anillos con monturas de osos, corazones o cualquier detalle infantil o muy moderno puede gustar a los 20 años, pero para cuando lleven algunos años de casados y la mujer sea mayor es probable que ya no quiera usarlo.
Finalmente, es recomendable proteger su inversión, al comprar un anillo de diamantes, gemas o argollas de oro no olviden pedir factura, aunque no será deducible de impuestos, les servirá para demostrar su valor y en caso de así necesitarlo, revenderlo. También pidan el certificado y garantía. Compren en lugares que les ofrezcan servicio de limpieza cada año sin costo. También pueden proteger tu inversión con un seguro, hoy en día pueden asegurarla a nivel internacional con diferentes compañías, revisen opciones que no son tan caras y que pueden ayudarles a reponerlo en caso de robo o extravío.
Si los novios están acostumbrados a hacer mucho ejercicio, nadar o viajar mucho les recomienda hacer una replica de sus anillos de compromiso y matrimonio en plata; el costo es muy bajo y así podrán usarlos en cualquier actividad sin que el cloro, el sudor o los detectores de metales dañen sus preciados anillos.
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